domingo, 11 de noviembre de 2012

¿Qué es educar?


Educar es desarrollar y perfeccionar las facultades intelectuales y morales de una persona e instruirla en las normas de cortesía y de comportamiento social. En toda educación es importante la figura del educador  y la tarea de autoformación del propio educado. El poder del educador depende menos de su palabra que de su ejemplo. El chico necesita un modelo de identidad, una persona ejemplar a la que admirar y en quien aprender.
 En mi opinión el agente principal de la educación es uno mismo, es la propia persona que formula y desarrolla su proyecto personal. Los medios para alcanzar los objetivos propuestos son dos: la motivación y el esfuerzo. La motivación nos mueve a actuar y mediante el esfuerzo realizamos pequeños vencimientos concretos, repetidos una y otra vez, hasta conseguir el control de la propia conducta. Sin la motivación no llegaríamos al esfuerzo y sin ello al objetivo, en este caso la educación.
Por lo tanto, la educación puede definirse como el proceso de socialización de los individuos. Al educarse, una persona asimila y aprende conocimientos. La educación también implica una concienciación cultural y conductual, donde las nuevas generaciones adquieren los modos de ser de generaciones anteriores. Para poder educar, como bien se dice en el capítulo 2 del libro Savater, F. (1996). El valor de educar. Barcelona: Ariel, se necesita tener más experiencia en ese ámbito que el educado. Para enseñar sobre algún tema debemos de haber experimentado más tiempo en él que la persona a la que vamos a enseñar.
El proceso educativo se materializa en una serie de habilidades y valores, que producen cambios intelectuales, emocionales y sociales en el individuo. De acuerdo al grado de concienciación alcanzado, estos valores pueden durar toda la vida o sólo un cierto periodo de tiempo.
No necesita la misma educación un niño que un adulto, pero los dos necesitan de ello. En el caso de los niños, la educación busca la maduración y la integración social del niño, es decir, ambientarlo en el grupo social al que va a pertenecer. 
Como he comentado antes, tanto adulto como niño necesitan de educación. Esto se ve reflejado en el concepto de educación permanente o continua, que establece que el proceso educativo no se limita a la niñez y juventud, sino que el ser humano debe adquirir conocimientos a lo largo de toda su vida.

La presencia del profesor es muy importante en la vida, tanto del niño como del adulto. No cualquiera puede ejercer de profesor. Está claro, enseñar puede enseñar cualquiera, pero eso no quiere decir que cualquiera pueda enseñar cualquier cosa. Un padre le puede enseñar a su hijo cosas sencillas, de matemáticas, de lengua, de la vida… cosas que le han enseñado a él antes y las ha experimentado. Pero cuando damos un paso más, cuando queremos profundizar en un tema más específico es ahí cuando necesitamos a un profesional. Ese profesional es el profesor o el sabio en dicha materia, la persona que nos transmite sus conocimientos para poder aprenderlos y utilizarlos, y con el objetivo de poder inculcárselos a otro que los necesite. La educación es eso, ir transmitiendo los conocimientos de unos a otros.














































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