El cuerpo humano es una
serie de mecanismos muy complejos y a la vez muy automáticos. Estamos formados
por millones de células y partículas que unidas dan forma y vida al cuerpo.
El cuerpo humano es una
máquina perfecta ya que sus diferentes sentidos y órganos nos hacen sobrevivir
en este mundo inmenso para nosotros. Nuestros sentidos nos informan de lo que
hay a nuestro alrededor. Los ojos nos hacen apreciar el mundo que habitamos, la
piel nos protege del frío y del calor manteniéndonos a una temperatura de 37ºC…
A pesar de tener todos los humanos estas características en común, y miles más,
somos diferentes los unos de los otros.
Cómo máquina perfecta
que somos, utilizamos el oxígeno abundante en la atmósfera inhalándolo por la
nariz para que lo filtren los pulmones y poder transportarlo a las diferentes
células de nuestro cuerpo. Así el corazón podrá bombear sangre a todas las
partes del cuerpo y mantener el organismo en funcionamiento.
Cuando realizamos
ejercicio o cualquier otra actividad hay organismos que se ponen en
funcionamiento, estos necesitan más oxígeno, por lo tanto les llegará más.
Una vez se pone en
marcha el cuerpo humano empezamos a desprender energía, bien sea por hacer
deporte, caminar… y esta energía la debemos recuperar con la ingesta de
alimentos, es decir, con la comida. Así obtenemos energía en gran cantidad, que
si no somos capaces de digerirla se formará grasa.
El movimiento corporal
depende en gran medida de nuestra masa corporal, es decir, los músculos son los
responsables de nuestros movimientos y sostén de nuestro cuerpo. Estamos
formados por gran cantidad de músculos que siempre están en acción, ya que
continuamente nos estamos moviendo.
Pero para esto,
previamente el cerebro ha debido de enviar una señal a nuestros músculos, a
través de diferentes neuronas, para que estos puedan trabajar. Si no existiera
esa conexión no existiría el movimiento.
La mente y nuestro
cuerpo están unidos, la mayoría de los movimientos que realizamos son
automáticos o reflejos, nos salen directamente solos porque el cerebro ya se ha
a acostumbrado y envía la información al cuerpo en el instante. Es la mente la
que maneja nuestro cuerpo y nos diferencia del resto de especies. Según lo que
nosotros pensamos vamos a hacer una cosa u otra, si estamos de buen humor y en
un ambiente tranquilo y agradable actuaremos de la forma más adecuada y
realizaremos las actividades correctamente, sin embargo, cuando nuestro cerebro
esta desmotivado, no se encuentra bien o estamos negativos, las actividades que
realicemos las haremos a desgana y al no haber ningún tipo de motivación
realizaremos mal la tarea.
Somos tan perfectos que
podemos cambiar el funcionamiento de nuestro cerebro. Cuando nos encontramos
mal, estamos muy estresados o cualquier tipo de situación embarazosa, no somos
capaces de responder a los estímulos o respondemos de manera inadecuada. Todo
esto tiene su solución en el cerebro. El cerebro está agobiado, necesita un
poco de relajación y de despejar la mente. Nuestro cerebro también necesita
descansar para poder rendir mejor en cualquier deporte o actividad. No viene
mal desconectar algún rato para rebajar el estrés que llevamos acumulado al
cabo de los días.
En definitiva, la
compleja y perfecta máquina del cuerpo humano nos hace poder realizar todo tipo
de movimiento corporal gracias a sus
organismos, sentidos, células… que están en continuo funcionamiento y siempre
preparados para cualquier movimiento imprevisto, voluntario o involuntario.
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